Lo primero es atarlo. Aunque
algunos caballos están tan bien entrenados como para quedarse quietos mientras
los cepillas, sentirán la necesidad natural de cambiar de posición. Así que por
seguridad mantén al caballo en su lugar atándolo con la cabezada de cuadra y el
ramal; usa un nudo de seguridad (ver imágen) ya que si se asusta mientras está
atado, podrás liberarlo con un tirón seco, evitando peligros innecesarios para
ambos.
¡Ahora ya estamos listos para
empezar con la limpieza!
Limpia los cascos. Lo ideal es
limpiar los cascos es antes y después de montarlo. Para levantar su mano/pie,
desliza la mano hacia abajo por la pata y aprieta suavemente el tendón. Si no
lo levanta, apóyate contra su hombro y tira un poco de “los pelitos del talón”
(cerneja). Coge un gancho limpiacascos, empieza por el talón y limpia hacia
delante en dirección a la pared del casco, retirando cuidadosamente las
piedras, tierra y demás restos. Limpia también, con cuidado, las muescas a cada
lado de la ranilla (la parte en forma de V del casco). Aprovecha para vigilar
si la ranilla está en buenas condiciones o no (está muy negra, blanda, suave o
maloliente), ya que puede ayudar a eliminar y prevenir la candidiasis, un hongo
negro y pegajoso que se desarrolla alrededor de la ranilla.
Al limpiar los cascos, puedes
ayudar a prevenir las cojeras retirando piedras u objetos extraños, como clavos
o tornillos que podrían perforar la ranilla y hacerles herida. Es esencial
limpiar los cascos antes de salir a montar, sobre todo si está herrado. Aunque preferiblemente
no se limpia sólo cuando un caballo sale, hacerlo a diario previene muchas
sorpresas.
Cepillado general
Rasqueta. Los distintos
tipos de rasquetas (metal, goma, plástico duro) están hechos para soltar la
tierra, el barro y los trozos de objetos que se hayan quedado atrapados en el
pelo. Esto siempre debe realizarse antes de cepillarlo para obtener los mejores
resultados. Usa la rasqueta en un movimiento circular en la dirección opuesta
al crecimiento del pelo sobre los músculos del caballo y ten cuidado en zonas
de piel fina, como el rostro, la columna o las patas para no hacerle daño.
¡CUIDADO! A veces al cepillarle y quitarle los restos
de tierra molestos, el caballo querrá devolverte el favor y tratará de
“despiojarte” con leves mordiscos, como hacen entre ellos, como consejo por tu
integridad epitelial, retírale el morro antes de que llegue a pellizcarte con
los dientes, es bastante doloroso.
Cepillo duro. Para retirar
los restos de tierra y pelo muerto que has levantado con la rasqueta. Cepilla
en movimientos cortos, rectos y rápidos para permitir que las cerdas lleguen a
todo el pelaje y sacudan la tierra. Empieza por el cuello y trabaja hacia la
cola. No lo utilices en las patas, la cara o las orejas ya que son mucho más
sensibles y es molesto para el caballo si se le cepilla con demasiada fuerza
con un cepillo de cerdas duras
Cepillo suave (cepillo de agua). El cepillo suave, como su nombre indica es suave, por lo que puede usarse en
cualquier parte del caballo ya que le resultará agradable, de todas formas ten
cuidado con la cara, los ojos, las orejas y el morro. Con éste cepillo se retira
los restos de polvo y pelo que queden
Limpieza de la cara. Con una esponja o
trapo húmedo, limpia los ojos, la nariz (ollares) y la boca. Usa una esponja o trapo diferente para la zona debajo de la cola
(maslo) Recuerda hacerlo con cuidado, son zonas sensibles y no a todos los caballos
les gusta.
Cepillo de crines. Usa un
peine o cepillo para crines con cerdas anchas para deshacer los nudos; puedes separar la crin o la cola en mechones grandes con una mano (así no das
tirones) y cepillar con la otra. Cuando cepilles la cola, no le sorprendas,
avísale aproximándote siempre manteniendo el contacto físico y colócate a un
lado del caballo por si cocea (no es lo habitual, pero siempre hay que ser precavido),
así estarás en una posición más segura y será menos probable que te alcance.
Ahora que comenzamos la època de calor, es
posible que quieras utilizar algun tipo de aerosol antimoscas ya que pueden ser una gran molestia y acumularse alrededor de la cara del caballo,
principalmente en los ojos, algunas incluso pueden morder (ya hablaremos de estos lindos bichos) y además también te molestarán a tí.
Simplemente rocía la solución sobre el caballo con cuidado de evitar la cara,
pero antes asegúrate de que los aerosoles no le asustan, si no imprégnala
en un trapo o en tu mano y extiéndela con cuidado, también puedes comprar productos antimoscas que ya venden preparados para aplicar en forma de gel. En cualquier caso, uses el tipo de producto que uses, asegúrate siempre de que no es dañino para el caballo.
¡Y con esto ya tenemos guapo y brillante al caballo y listo para ensillar!